La campiña de Huacho me ha obligado a retomar mi blog, Ministerio
de Opinión, y es que estar en la Plazuela de Luriama - Santa María, me dejó una
sensación que trataré de explicar.
Un fin de semana largo enmarcado por semana santa, sumada a una
mañana soleada en compañía de la familia, motiva a buscar aires nuevos. Para
algunos es conveniente visitar las orillas del mar, pero otros buscan un poco
de flora y fauna. Dado el caso, nuestro Huacho querido, síntesis de nuestro
Perú, tiene todas las opciones que se requieran; cuenta con una amplia campiña
con gente muy tradicional y amable, asimismo con una variedad de playas
turísticas.
De esta forma, conociendo el gusto de mi hijo por la vegetación y
los animales y con poco presupuesto en los bolsillos; decidí explorar el
distrito de Santa María, que es conocido
como ´la campiña´, debido a que tiene en su extensión territorial amplios
campos de cultivo y vegetación, así también se practica la ganadería y crianza
de animales menores.
Inicie visitando criaderos de gallinas y patos, no tiene pierde, disfruto viendo a mi hijo imitar a estos animalitos. Enseguida, en un auto, el colectivero me llevó hacia una pequeña granja donde había muchas vacas, perros y gatos. También pude observar árboles de pacay, níspero, ciruela e higo; todo muy bonito.
Inicie visitando criaderos de gallinas y patos, no tiene pierde, disfruto viendo a mi hijo imitar a estos animalitos. Enseguida, en un auto, el colectivero me llevó hacia una pequeña granja donde había muchas vacas, perros y gatos. También pude observar árboles de pacay, níspero, ciruela e higo; todo muy bonito.
Cuando hizo hambre, degusté de la legendaria sazón de la campiña,
un excelente ceviche de pato para chuparse todos los dedos.
El pequeño recorrido finalizó en la plazuela de Luriama, he ahí mi
desazón. Una bonita plazuela, amplia, con grandes y pintorescos árboles, con
muchas especies de aves cantoras.
Dentro de la plazuela existe un estrado de cimiento, además está el
busto del héroe huachano Eric Díaz Cabrel. Alrededor de la plaza está la Iglesia
de Luriama donde descansa el Señor de la Humildad y Paciencia del barrio en
mención.
Lo más grave vino después, y estoy seguro, que es de conocimiento de todos los que han visitado ese lugar; me refiero a una bodega que expende licor a toda hora. Los que la compran la consumen allí, y esto provoca que también allí se orinen. Ha sido un momento muy desagradable cuando pase cerca de esa esquina y vi miccionar a un sujeto ebrio, que con total desparpajo ventiló su miembro viril ante la presencia de damas y niños que también transitaban cerca del lugar. Este hecho ocurrió en reiteradas ocasiones.

Pienso que esto pasa por un tema de la Municipalidad de Santa
María, tal vez ellos manejen prioridades, o se basen a un presupuesto
participativo, aun así, es imperdonable el estado de esta plazuela, la cual su belleza natural no quiere morir, pero el olvido de nuestras autoridades la están matando.
Es descabellado y hasta desesperante saber el desperdicio de este
lugar turístico, ya que según googleo, alrededor de la plazuela de Luriama
figura el atractivo turístico como es la antigua "Casona de Luriama".
Por otro lado, según tengo entendido la plazuela de Luriama es escenario de los
actos cívicos oficiales, tales como desfiles escolares e izamientos en fechas
conmemorativas e importantes para Santa María.
Este escrito no tiene corte político, respeto el trabajo del Alcalde
García Romero y del Gobierno Provincial y Regional; siento este escrito como un
desahogo a mi indignación. Tal vez pueda llegar a manos de alguien cercano al
alcalde o a un candidato, ya que estamos tan próximos a elecciones municipales.
Siempre se puede mejorar, recordemos que el turismo es actualmente una de las
actividades económicas y culturales más importantes con las que puede contar un
país o una región y como se lee en la Misión de la Municipalidad de Santa
María, espero que este distrito pueda convertirse en una ciudad eco-turística,
moderna, limpia, segura y atractiva.
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